El mentirte me rompe a cachitos.
Sí,las ganas se me escapan con los sueños.
Las ganas de besarte,quererte y mirarte sin reparos.
Las ganas de no sacarte de mi cama llueva o nieve,
o haya el apocalipsis que haya.
Las ganas se me escapan con los sueños.
La esperanza de alguna vez estar contigo sin miedos,ni barreras.
Se me escapan,y cuando se escapan,se las lleva la brisa,
pero el pensamiento me las devuelve y las encierra en el corazón.
Así que las ganas se escapan temporalmente y el sentir,
el sentir se queda permanentemente fijado entre dos paredes
que por mucho que las derribe se rehacen,
y más fuertes.
Las paredes que me ahogan,
me alivian,me acunan,
me hierven la sangre de mil maneras diferentes,
me aprisionan,me vuelven loca.
Esas paredes.
Malditas y benditas paredes,que cuando las rompo y te siento vuelvo a construirlas,
que cuando quiero encerrarme de ti apareces con la puerta abierta.
Porque es mi corazón el que la crea,
y te la abre,de par en par,sin reparos,
mientras mi mente tapia la pared.
Y mientras,poco a poco pasa el tiempo,y aguanto,
porque las ganas se me escapan con los sueños,
las ganas de tenerte a mi lado,
de mimarte como nadie,
de que se pare el tiempo.
Bien sé que esas ganas,romperán en mil pedazos cuando te bese,
y ya no servirán sueños para poder alejarme.
Pero mientras,déjame soñar un poco contigo,
que algún día,tendré que besarte y ya no habrá mas ladrillo.
Gracias por compartir lo que escribes Cristina, es hermoso. :)
ResponderEliminarGracias a vosotros por leerlo.De verdad :)
ResponderEliminarLadrillos..........que altos son los muros que en muchas ocasiones le ponemos al amor.
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