jueves, 28 de marzo de 2013

Es lo que puedo decir.

La verdad es que no me lo esperaba.
Esa repentina necesidad de ti,de verte, de tenerte a mi lado todos los días.
Sin embargo estuviste,contra toda estadística y pronóstico pesimista.
Puede ser que mi culpa quisiera alejarme de tu esencia,
pero mi corazón no podía evitar volver a juntarse con el tuyo.

Así,dejando que el río volviera a su cauce,
me di cuenta de que la vida me llevaba al mismo sendero del que intentaba escapar;
el mismo sendero hacia tus ojos.
El mismo sendero que me producía pánico repentino,
y unas ganas de luchar que no había sentido en mucho tiempo.

Quizás era más fácil huir mas,mi felicidad estaba en tal cruce,
y en tal cruce no se podía evitar tu mirada,
ni chocar con estos sentimientos.

A pesar de todo seguí.
Un sendero pedregoso,no lo niego;
el único que había curado mis heridas,
pues tal sendero me llenaba;
mi alma se sentía bien por primera vez.

Mi corazón ya no era un objeto resquebrajado,
al menos conservaba la sencillez de siempre.
Puestos a admirarme,notaba un brillo en los ojos.
El mismo brillo que veía en la gente,en el mundo,en todo lo que me rodeaba.

Puedo decirte que cambiaste mi vida desde que me tendiste la mano.
"Estoy y estaré,y no me importa"
Estas palabras sellaron mi corazón.

Desde ese momento se había llenado de esencia,
y de múltiples sensaciones que me es imposible describir.
(Perdona mi torpeza)

Ahora mi vida es otra,
pero lo es contigo.

No sé el por qué esa suerte,
ya que mi vocabulario es escaso,
mi mirada indecisa,
y mi corazón demasiado torpe.

Perdóname.
No soy ni la mitad de lo que mereces,
ni puedo darte las maravillas que tú creas con tus manos.

(Perdóname por no regalarte el cielo)

Pero sobre todo,perdóname,
porque te llevo esperando mucho tiempo,
y no me había dado cuenta.

(Toda la vida)

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