El otoño se nos cayó de las manos entre las viejas páginas.
Se nos cayó marchito por los besos que nos dábamos cada madrugada.
Al caerse,rompía el silencio un sonido seco,
mientras tú apoyabas tu oreja en mi almohada,
y dejabas tu olor,prestando tus servicios entre las sábanas.
En la mesa un whisky de cien años terminado,
un libro de Cohen sin acabar.
Young man,te gusta llevarte las mujeres a la cama.
Usas tu inteligencia versada,tus carencias de infortunio,
ese atractivo andar y los ojos marcados de misterio.
Caminas de bar en bar,y entre copa y copa encuentras
mujer bella de quien ser su retoño,
o ser dueño de su corazón una noche.
Una noche,como digo bien,pues tú en tus versos lo dices,
aunque ellas en sus camas graben un "para siempre".
Pero te salió el Joker en la jugada pues
nunca encontraste tal mujer;
tan libertina,solitaria,y versada como tú.
Ahí caíste en sus redes;impulsivo,
desnudo de carnes y corazón,
cercano,tierno como nunca habías sido.
Se te cayó el velo picaflor.
Y no te atreves a otra jugada,
porque aún teniendo tú el comodín,
yo tengo tu escalera de color.
Descomunal!!!
ResponderEliminarLa Venganza del Destino. A veces se presenta.
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