Pusimos el mar por bandera.
Rompían las olas,nos cubrían con su manto las estrellas.
Entrecruzamos nuestros dedos para ver el amanecer.
Tú preferías oír el mar o el canto de una sirena.
Yo quería el nuevo día,tus besos al despertar,
mi perfume en tu camisa,tu sabor en mis labios de sal.
Al amanecer,salías con tu barco,buscando una aventura más.
Te esperaba cada día,con el miedo en mis venas,por si volverías o no.
Dicen que si encuentras a una sirena,abandonas el puerto por su amor.
Aunque tengas a tu esposa en tierra.
El mar es tu aliado,un claro defensor;te protege con sus aguas y te hace libre de mi amor.
A mí sólo me haces tu compañera noche tras noche,amor.
Por la mañana,te vas,dejas tu olor en mi cama.
Olor que no puedo desprender de mi ser,
una llama que no puedo apagar y me desgarra.
Algún día encontrarás esa sirena.Lo sé.
Escucharás su canto y te adentrarás en las aguas.
No volverás aunque yo te siga esperando.
No volverás por si acaso,porque el mar es tu mundo y yo el lugar de descanso.
Mas no dudes marinero de mi osadía.
Mil sirenas no impiden a mis cenizas descansar contigo.
El mar te llevó de mi lado pero el viento te junta conmigo.
Así veré el océano a tu lado,como siempre he querido.
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