Mirada imperturbable del amor.
Hiciste vibrar mi corazón,por primera vez.
Noté cada milímetro de mi alma,resplandeciente,con un brillo que no había visto jamás.
Mis manos tocaban lo más maravilloso existente.
Las sonrisas brillaban en el fulgor de la noche.
La vida no era el otoño maltrecho que siempre había sido,ni las hojas caídas de un árbol sin vida.
Era un cerezo en flor,sus hojas con alegría murmuraban los versos en silencio;
era mirar hacia alguien que vería para siempre.
Despertar y admirar otros ojos,respirar para ellos,esfumarse el tiempo viéndolos;
como sentir el calor de unos brazos cuando hace frío y te duermes entre ellos.
Besar los pasos de cada paseo juntos,sentarme entre los segundos perfectos y profundos.
Una sensación como ninguna otra.
Armarme de valor ante caricias que me cuidaban y me querían poseer.
El enfrentamiento a la vida: él era mi escudo y yo su armadura.
Él me daba lo que necesitaba,yo lo que siempre había buscado mi corazón.
Entre un beso y otro beso quedó en mi almohada tu olor.
Un olor que si se esfuma me haría perderme y sólo perderme;
pero ya me pierdo en la pasión que me envuelve cuando me enciendes,
ya me pierdo cuando las noches pasan y tú no vuelves.
No me dejes,protégeme con tu calor,en tus brazos construye mi refugio;
que yo sin ti no imagino mi vida,que yo no imagino no verte cada día.
Cuídame por favor,que no puedo no tenerte mi vida.
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