El dolor
La angustia
El vacío
La nada
El sufrir
Ser doliente más que doler al otro.
La herida abierta que no supura.
Fue un fallo de conexión, dos cables que hicieron chispa
sin encender la habitación.
No supe ser escudo para los golpes,
ser la piedra que mantiene al muro.
No supe ser los brazos que gobiernan tu mundo.
No supe adivinarte al porvenir,
ni estancarme entre tus dedos de miel.
No supe encerrarme en tus ojos de por vida.
Créeme que no pude.
Ahora me quedan los mares que salen del cuerpo;
las noches perdida entre la almohada y el espejo,
cortando con mi puño los cristales.
No importa la sangre.
No importa el desvelo.
No importan las noches de vida
cuando se aproxima la muerte.
No importa el orden o el desorden,
ni que el cerebro mande o la luz perdure.
En realidad no importa.
Me gustaría cerrar los ojos, mucho más que antes.
Saber que en la oscuridad que gobierna yo puedo refugiarme.
Es un instinto de supervivencia,
un intento de salvarme.
Con mi luz no me salvo, la he perdido en el invierno
y sólo quedan huellas de ella en los ventanales.
Mis pulmones arden, se comen a pares
el oxígeno que se quema en el aire.
Es una combustión, un fenómeno en transición,
la vida cortada en dos partes:
El antes y después de tu amor.
sábado, 10 de diciembre de 2016
sábado, 22 de octubre de 2016
El amor
Decía Galeano que el amor es una enfermedad, y de las más contagiosas.
Una enfermedad que todo lo cura y a la vez, nos mata de dolor.
Un milagro y una penitencia.
Una tortura y pura ilusión.
Nos hace sentirnos capaces de todo, como si el mundo estuviera a nuestros pies y a la vez sentirnos pulgas que se agazapan sobre el terreno, miserables, que solamente saben morder el polvo.
El amor.
No existe un concepto más contradictorio y paradójico que ese sentimiento y lo que produce.
Y no hay mayor misterio que las causas de su producción.
Una enfermedad que todo lo cura y a la vez, nos mata de dolor.
Un milagro y una penitencia.
Una tortura y pura ilusión.
Nos hace sentirnos capaces de todo, como si el mundo estuviera a nuestros pies y a la vez sentirnos pulgas que se agazapan sobre el terreno, miserables, que solamente saben morder el polvo.
El amor.
No existe un concepto más contradictorio y paradójico que ese sentimiento y lo que produce.
Y no hay mayor misterio que las causas de su producción.
viernes, 21 de octubre de 2016
Y ahora a dónde me voy sin poder irme
Creía que tú eras la dueña de todos los valles,
las idas y venidas,
los cambios de semáforo.
Creía que dabas vueltas alrededor
de mi suerte, de mi esperanza.
Desengaño fue
que el aire que respiraba sin ti,
ya no tiene oxígeno.
Será que tú te lo has llevado o que yo,
con mi incierto porvenir, me lo quité,
alejándome de ti.
Noto el poco llanto.
Noto el cansancio de no saber de ti.
Pasarme las horas en silencios,
parpadeando.
Viviéndome la vida así, que no es igual
si tú no estás.
Que no es igual si no sé
los cómos, cuándos o los por qués.
Sin ser feliz dándote tu propia libertad.
Te di tanta que ahora no sé si volverás.
Si te acordarás de que tienes un camino
sobre tu espalda.
No lo sé.
Yo sí tengo la certeza
de que mi cabeza aún está llena
de tus hazañas, y de tus pocas ganas
de dejarme sonreír sin más preocupación.
Y no te creas que no busco una forma
de romper las ventanas
que se construyeron a tu nombre.
Todavía veo tu título de propiedad
sobre la casa que guardo bajo llave
entre las costillas.
Pero está tan grabado,
que no sé si fue hierro forjado
lo que introdujiste en mí,
o solamente un contrato firmado
con la sangre de mi arteria coronaria.
Una rúbrica sin cargar,
y un sello olvidado sobre la mesa de cristal.
las idas y venidas,
los cambios de semáforo.
Creía que dabas vueltas alrededor
de mi suerte, de mi esperanza.
Desengaño fue
que el aire que respiraba sin ti,
ya no tiene oxígeno.
Será que tú te lo has llevado o que yo,
con mi incierto porvenir, me lo quité,
alejándome de ti.
Noto el poco llanto.
Noto el cansancio de no saber de ti.
Pasarme las horas en silencios,
parpadeando.
Viviéndome la vida así, que no es igual
si tú no estás.
Que no es igual si no sé
los cómos, cuándos o los por qués.
Sin ser feliz dándote tu propia libertad.
Te di tanta que ahora no sé si volverás.
Si te acordarás de que tienes un camino
sobre tu espalda.
No lo sé.
Yo sí tengo la certeza
de que mi cabeza aún está llena
de tus hazañas, y de tus pocas ganas
de dejarme sonreír sin más preocupación.
Y no te creas que no busco una forma
de romper las ventanas
que se construyeron a tu nombre.
Todavía veo tu título de propiedad
sobre la casa que guardo bajo llave
entre las costillas.
Pero está tan grabado,
que no sé si fue hierro forjado
lo que introdujiste en mí,
o solamente un contrato firmado
con la sangre de mi arteria coronaria.
Una rúbrica sin cargar,
y un sello olvidado sobre la mesa de cristal.
jueves, 25 de agosto de 2016
Sólo diré
Solo diré que fuiste:
La musa de todas mis canciones,
la dueña de mis despertares.
Fuiste la guía en todas mis inspiraciones fortuitas.
Como ahora mismo, que entre las sábanas acaricio
ese pensamiento que hace que me sienta cerca de ti.
Te imagino dormida, angelical, mientras tus demonios
se pelean en tu interior; parpadeas, te sobresaltas...
Te imagino soñando que eres mía
y te cobro en una noche todas las cuentas sin pagar.
Joder, eres preciosa.
Difícil despertarme a tu lado toda la vida,
si cada vez que te mire pensaré que sigo soñando.
Ahora dirás que exagero. Empezarás a numerar a
traspiés cada defecto que tienes.
Dirás que mi miopía ha aumentado, que me comprarás
un perro guía.
Y yo seguiré diciendo que me gusta todo de ti,
y más aún tu terquedad.
Que cuando piensas algo firmemente nunca te das por vencida,
y que así me enamoré de ti.
Eres una mujer fuerte y válgame Dios,
no quiero entrar en otros aspectos que me hacen suspirar.
Pero que te quede claro que cuando tú me cuentas todas esas
cosas malas que tienes yo sonrío.
Primero porque me encanta mirarte, haciendo cualquier cosa.
Y segundo porque pienso que no me importa lo malo o bueno
que tengas:
Eres perfecta para mí.
La musa de todas mis canciones,
la dueña de mis despertares.
Fuiste la guía en todas mis inspiraciones fortuitas.
Como ahora mismo, que entre las sábanas acaricio
ese pensamiento que hace que me sienta cerca de ti.
Te imagino dormida, angelical, mientras tus demonios
se pelean en tu interior; parpadeas, te sobresaltas...
Te imagino soñando que eres mía
y te cobro en una noche todas las cuentas sin pagar.
Joder, eres preciosa.
Difícil despertarme a tu lado toda la vida,
si cada vez que te mire pensaré que sigo soñando.
Ahora dirás que exagero. Empezarás a numerar a
traspiés cada defecto que tienes.
Dirás que mi miopía ha aumentado, que me comprarás
un perro guía.
Y yo seguiré diciendo que me gusta todo de ti,
y más aún tu terquedad.
Que cuando piensas algo firmemente nunca te das por vencida,
y que así me enamoré de ti.
Eres una mujer fuerte y válgame Dios,
no quiero entrar en otros aspectos que me hacen suspirar.
Pero que te quede claro que cuando tú me cuentas todas esas
cosas malas que tienes yo sonrío.
Primero porque me encanta mirarte, haciendo cualquier cosa.
Y segundo porque pienso que no me importa lo malo o bueno
que tengas:
Eres perfecta para mí.
domingo, 14 de agosto de 2016
El mar
El mar tiene muchos peligros,a veces el silencio y la calma son compañeros, otras son su peor enemigo. Es difícil querer gritar tantas cosas, y cuando pronuncias un murmullo no obtengas respuesta. Sin embargo, siempre sabes que algo está ahí. Nunca te hace sentirte solo, aunque creas que estás perdido,y no veas más que una fina línea en el horizonte. Me gustaría ser viento, para soplarle al mar una brisa, y que le lleve un mensaje. Que es imposible olvidar, aquello que da calma sin ser soledad. Aquello que durante la tempestad te hace sentirte más vivo. Aquello que te aleja de tu puerto, para hacerte ver mundo, para ver tus errores desde lejos y seguir creciendo. Aquello que te acompaña allá donde vayas, aunque no lo creas a tu lado. Aquello que siempre te devuelve a tu hogar porque forma parte de él. Ese es el mar. Podría alejarme, podría adentrarme, rodearme de tierra, de campo. Podría irme muy lejos de aquel puerto y nunca volver. Podría intentar borrar esos viajes y enseñanzas, el tiempo y las aventuras, las circunstancias y los desencuentros. Podría intentarlo. Podría fallar en el intento. Podría no volver a verlo, podría no tener esa oportunidad de gritarle una vez más. Pero no podría olvidarlo. No lo creo.
viernes, 29 de julio de 2016
Destino
Frente a frente,
mejilla con mejilla,
nos miramos a los ojos.
Volamos con los párpados
sintiendo los latidos.
El cerebro apuntando
con la herida abierta.
La sangre recorriendo
los rincones más puros:
Los limpia, luego los seca.
Atraviesa la moralidad:
Las flechas de aquellos
que no apuntan en la diana.
Pero ya está Cupido
disparando en la dirección correcta,
o al contrario:
Fuimos algo inesperado, esos errores que estás tan segura de que no tienen sentido que se convierten en aciertos.
mejilla con mejilla,
nos miramos a los ojos.
Volamos con los párpados
sintiendo los latidos.
El cerebro apuntando
con la herida abierta.
La sangre recorriendo
los rincones más puros:
Los limpia, luego los seca.
Atraviesa la moralidad:
Las flechas de aquellos
que no apuntan en la diana.
Pero ya está Cupido
disparando en la dirección correcta,
o al contrario:
Fuimos algo inesperado, esos errores que estás tan segura de que no tienen sentido que se convierten en aciertos.
domingo, 29 de mayo de 2016
Una vez el dicho sea el hecho...
Una vez el dicho sea el hecho
y el hecho más sentimiento
de lo esperado.
Será como el amanecer
en un día de verano.
El frío de la noche se duerme.
El rocío inunda la tierra
igual que cuando llueve.
Será uno de aquellos días
que comienzan grises
pero terminan despejados.
Será un diagnóstico crónico
que un buen día se hace
dolencia transitoria.
Será un ocaso que derrite
a los corazones en la nieve.
Será un espacio entre dos calles.
Un paso de cebra iluminado.
Un horizonte cargado de extrañeza.
Una escala de colores nunca inventada antes
que se escondía justo detrás de un arcoiris.
Aquel que se esfumó antes de inmortalizarlo,
de cogerlo entre las manos
y guardarlo para siempre.
Un recuerdo de un momento
que me separara de la muerte:
Inmortalizando
Equiparando
los derroches de los valles.
Las canciones escuchadas antes del ayer.
Porque justo antes se dijo
que esto no habría pasado.
Justo antes del todo,
antes del viento,
antes del tiempo.
Justo antes yo supe
que podía ser eterno
estas ganas de ver
el mundo entero.
Rodearme de paisajes,
escalarme los vientos,
rozarme con el polvo
del desierto,
quemarme con soles
en diferentes horarios.
Guardarme la arena
de playas que no me llevo.
Justo antes quise llevar de la mano
el aire que no había conocido antes.
No había sucedido.
Alguien a quien querría
más cerca que mi sombra,
y que por supuesto la opacara
Alguien que conociera
el contacto de mis yemas
de memoria
o cuántas veces mi mano
se mueve por minuto.
Alguien que diferenciara
mis mil formas de apartar
la mirada.
El por qué doy la espalda a veces
o cierro los ojos.
La misma persona que aplaudiría
mi locura y sensibilidad.
Que la primera se la tomara
con una sonrisa muy abierta,
y la segunda como algo
que poder disfrutar.
Alguien que supiera de memoria
los detalles menos claros,
y viera a través de mis ojos
los finales de las frases.
Algo más que completarme,
algo más que tener los mismos gustos,
aspiraciones, o ganas de vivir.
Quizás la misma manera de ver el mundo.
Quizás la misma manera de sentir lo que nos pasa
es lo que diferencia a quien comparte semblante,
te hace desplantes, pero se queda a vivir.
Quiere morir aquí,
no es una estancia de paso,
no es Cancún,
ni vivir un tiempo acalorado
en mis playas;
bucear atravesando corales,
inspirarme la existencia,
para después expirarla
al regresar a sus casas.
Es quien te llama hogar,
recorriendo hasta mil mares
mucho más bonitos que los tuyos.
Y no se marche aunque no le guardes
el postre después de cenar.
Que siempre vuelva y te regale
el recuerdo de mil ciudades
y las ganas de llevarte a ese lugar.
Las ganas de cogerte el cuerpo y llevarte,
nunca desprenderse de ti.
Aprovechando ese segundo, ese tacto
como el momento más bonito del día,
para apartar la mirada después
por la electricidad
de un calambre directo al corazón.
Sentir como tú las heridas,
y más que tú el daño recibido.
Querer siempre más,
pensar que el tiempo
nunca es suficiente.
Esperar por ti hasta la muerte
viviendo de lleno.
Tener la conciencia de no haber vivido antes,
no al menos plenamente.
Creer en el destino como nunca antes;
que por cientos de caminos que tomes
no te lleven a ninguna parte
que no sea el mismo punto
del que habías partido.
El mismo camino que no tiene retorno.
El mismo del que te quisiste escapar
y ahora es tu salvación.
y el hecho más sentimiento
de lo esperado.
Será como el amanecer
en un día de verano.
El frío de la noche se duerme.
El rocío inunda la tierra
igual que cuando llueve.
Será uno de aquellos días
que comienzan grises
pero terminan despejados.
Será un diagnóstico crónico
que un buen día se hace
dolencia transitoria.
Será un ocaso que derrite
a los corazones en la nieve.
Será un espacio entre dos calles.
Un paso de cebra iluminado.
Un horizonte cargado de extrañeza.
Una escala de colores nunca inventada antes
que se escondía justo detrás de un arcoiris.
Aquel que se esfumó antes de inmortalizarlo,
de cogerlo entre las manos
y guardarlo para siempre.
Un recuerdo de un momento
que me separara de la muerte:
Inmortalizando
Equiparando
los derroches de los valles.
Las canciones escuchadas antes del ayer.
Porque justo antes se dijo
que esto no habría pasado.
Justo antes del todo,
antes del viento,
antes del tiempo.
Justo antes yo supe
que podía ser eterno
estas ganas de ver
el mundo entero.
Rodearme de paisajes,
escalarme los vientos,
rozarme con el polvo
del desierto,
quemarme con soles
en diferentes horarios.
Guardarme la arena
de playas que no me llevo.
Justo antes quise llevar de la mano
el aire que no había conocido antes.
No había sucedido.
Alguien a quien querría
más cerca que mi sombra,
y que por supuesto la opacara
Alguien que conociera
el contacto de mis yemas
de memoria
o cuántas veces mi mano
se mueve por minuto.
Alguien que diferenciara
mis mil formas de apartar
la mirada.
El por qué doy la espalda a veces
o cierro los ojos.
La misma persona que aplaudiría
mi locura y sensibilidad.
Que la primera se la tomara
con una sonrisa muy abierta,
y la segunda como algo
que poder disfrutar.
Alguien que supiera de memoria
los detalles menos claros,
y viera a través de mis ojos
los finales de las frases.
Algo más que completarme,
algo más que tener los mismos gustos,
aspiraciones, o ganas de vivir.
Quizás la misma manera de ver el mundo.
Quizás la misma manera de sentir lo que nos pasa
es lo que diferencia a quien comparte semblante,
te hace desplantes, pero se queda a vivir.
Quiere morir aquí,
no es una estancia de paso,
no es Cancún,
ni vivir un tiempo acalorado
en mis playas;
bucear atravesando corales,
inspirarme la existencia,
para después expirarla
al regresar a sus casas.
Es quien te llama hogar,
recorriendo hasta mil mares
mucho más bonitos que los tuyos.
Y no se marche aunque no le guardes
el postre después de cenar.
Que siempre vuelva y te regale
el recuerdo de mil ciudades
y las ganas de llevarte a ese lugar.
Las ganas de cogerte el cuerpo y llevarte,
nunca desprenderse de ti.
Aprovechando ese segundo, ese tacto
como el momento más bonito del día,
para apartar la mirada después
por la electricidad
de un calambre directo al corazón.
Sentir como tú las heridas,
y más que tú el daño recibido.
Querer siempre más,
pensar que el tiempo
nunca es suficiente.
Esperar por ti hasta la muerte
viviendo de lleno.
Tener la conciencia de no haber vivido antes,
no al menos plenamente.
Creer en el destino como nunca antes;
que por cientos de caminos que tomes
no te lleven a ninguna parte
que no sea el mismo punto
del que habías partido.
El mismo camino que no tiene retorno.
El mismo del que te quisiste escapar
y ahora es tu salvación.
viernes, 22 de abril de 2016
Una mano
Sólo necesito una mano.
La misma que rozó la mía para calmarme.
La misma que busca en mis brazos
un lugar donde posarse.
Una mano que la veo dibujando en el aire
la sorpresa y la ira,
el dolor y la desidia.
Es una mano.
Sin embargo, me encantaría ser
el ser vivo que se sustenta
por rozarle los dedos
que respira después
de acariciarle la palma.
Como si el suministro de mis arterias
estuviera en su dedo corazón.
Me gustaría trazar carreteras
en su línea de la vida;
borrar sus cruces,
poner estrellas,
transmitir el calor
que la mía quiere
desesperadamente inhalar.
Viviría en esa mano,
hasta en su puño cerrado
cuando el mundo es frustración.
Moriría en un último respiro,
feliz, entrelazando sus dedos.
Sabría que las heridas que tengo
son marcas de sus cutículas en mi espalda.
Es una mano, pero me toca el corazón
sin atravesarme la piel;
sin rozarme el brazo buscando su lugar.
Me toca el corazón.
Me lo cambia de sitio
y juega con el sin cesar.
Es una mano,
pero puedo llamarla hogar.
La misma que rozó la mía para calmarme.
La misma que busca en mis brazos
un lugar donde posarse.
Una mano que la veo dibujando en el aire
la sorpresa y la ira,
el dolor y la desidia.
Es una mano.
Sin embargo, me encantaría ser
el ser vivo que se sustenta
por rozarle los dedos
que respira después
de acariciarle la palma.
Como si el suministro de mis arterias
estuviera en su dedo corazón.
Me gustaría trazar carreteras
en su línea de la vida;
borrar sus cruces,
poner estrellas,
transmitir el calor
que la mía quiere
desesperadamente inhalar.
Viviría en esa mano,
hasta en su puño cerrado
cuando el mundo es frustración.
Moriría en un último respiro,
feliz, entrelazando sus dedos.
Sabría que las heridas que tengo
son marcas de sus cutículas en mi espalda.
Es una mano, pero me toca el corazón
sin atravesarme la piel;
sin rozarme el brazo buscando su lugar.
Me toca el corazón.
Me lo cambia de sitio
y juega con el sin cesar.
Es una mano,
pero puedo llamarla hogar.
domingo, 14 de febrero de 2016
Vamos tintineando...
Vamos tintineando
Las campanas anunciando las doce
Somos fuego del fuego
sal de la sal
Patrones reflejados en el agua
convertidos en cristal
Somos transeúntes admirando
señales sin historia
Somos dos números perdidos
de la tabla de multiplicar
Se han ido
Se han marchado
No querían estar con otros
Somos el reflejo del miedo abismal
en un espejo que se hace viejo
Las quemaduras duelen menos
con tu perfume al lado
Duelen menos las heridas
menos las faltas
y aún menos vivir en un mundo incierto
No entiendo que sea gratis
escuchar tu voz
Echarte de menos, cada día más que ayer
Sentir que tengo tu olor aquí
No entiendo que sea gratis
es de valor incalculable para mí
No entiendes que tengo el corazón hipotecado
y en tus manos está el plazo
de este sentimiento que tengo
En tus manos están
las sensaciones que me voy llevando
Las cargo conmigo en un maletín
de recuerdos
Todo el tiempo conmigo
Dejaré la maleta a un lado
si esto no es de recibo
si esto no tiene sentido
Sin ti, la maleta se queda de camino
Sin ti, la maleta no va conmigo
Las campanas anunciando las doce
Somos fuego del fuego
sal de la sal
Patrones reflejados en el agua
convertidos en cristal
Somos transeúntes admirando
señales sin historia
Somos dos números perdidos
de la tabla de multiplicar
Se han ido
Se han marchado
No querían estar con otros
Somos el reflejo del miedo abismal
en un espejo que se hace viejo
Las quemaduras duelen menos
con tu perfume al lado
Duelen menos las heridas
menos las faltas
y aún menos vivir en un mundo incierto
No entiendo que sea gratis
escuchar tu voz
Echarte de menos, cada día más que ayer
Sentir que tengo tu olor aquí
No entiendo que sea gratis
es de valor incalculable para mí
No entiendes que tengo el corazón hipotecado
y en tus manos está el plazo
de este sentimiento que tengo
En tus manos están
las sensaciones que me voy llevando
Las cargo conmigo en un maletín
de recuerdos
Todo el tiempo conmigo
Dejaré la maleta a un lado
si esto no es de recibo
si esto no tiene sentido
Sin ti, la maleta se queda de camino
Sin ti, la maleta no va conmigo
miércoles, 3 de febrero de 2016
Vive hoy y ahora
Siempre estamos acostumbrados a no saber qué pasará, a preocuparnos demasiado por el hoy, por lo que ha pasado y por lo que aún está por llegar. Nunca entendemos que lo que tenemos es el hoy, el mismo hoy que mañana no volveremos a tener. No entendemos que las palabras no significan nada si los hechos no son consecuentes con ellas. No sabemos discernir a veces entre lo que es correcto para nosotros o para el resto. Siempre pensamos que para ser felices hay que pagar un precio, que no es suficiente con serlo y ya está, porque nada en esta vida es gratis. Solamente esperamos a que pase todo, a aquel momento en el que la felicidad se vaya, porque tenemos la certeza de que así será, y mientras desaprovechamos todo lo que estamos viviendo. Tienes momentos que nunca vas a recuperar, vívelos. Tienes cosas que sentir, siéntelas. Porque pensar demasiado nos jode las ganas de vivir, cuando al final todo se reduce a la simpleza de hacer las cosas como uno quiera. Que sí, que consecuencias siempre hay, con todo lo que decidas. Pero maldita sea, quien es capaz de vivir con una soga al cuello día tras día solamente retrasa la agonía de lo que realmente le llegará. Vuela joder, vuela y ya está, porque cuando mueras lo único que te importará es que hayas vivido lo suficiente y de la forma que tú has querido hacerlo. Que quien te quiera volará contigo, y si no que miren cómo vuelas tú.
Una vez conocí a alguien
Una vez conocí a alguien
que era fuerte y segura.
Siempre acababa
consiguiendo sus metas
y se reía más fuerte que nadie.
Por dentro era frágil.
Tenía miedo de los cambios,
incluso de sus propias metas.
Era como una niña en un mundo
que desconocía por completo.
Siempre dejaba la puerta entreabierta.
Dejaba que miraran por la rendija,
pero nunca la abría del todo.
Tenía miedo al ser demasiado frágil.
Era por precaución,
por el riesgo de romperse
o de autodestrucción.
Nunca abrió la puerta,
nunca se rompió.
Tampoco fue feliz.
que era fuerte y segura.
Siempre acababa
consiguiendo sus metas
y se reía más fuerte que nadie.
Por dentro era frágil.
Tenía miedo de los cambios,
incluso de sus propias metas.
Era como una niña en un mundo
que desconocía por completo.
Siempre dejaba la puerta entreabierta.
Dejaba que miraran por la rendija,
pero nunca la abría del todo.
Tenía miedo al ser demasiado frágil.
Era por precaución,
por el riesgo de romperse
o de autodestrucción.
Nunca abrió la puerta,
nunca se rompió.
Tampoco fue feliz.
viernes, 29 de enero de 2016
Nada se acaba...
Nada se acaba sin gritarle al colchón.
Apretando la almohada contra el pecho,
la nariz apoyada en la tela,
el grito sordo y apagado por el blanco.
Apretando la almohada contra el pecho,
la nariz apoyada en la tela,
el grito sordo y apagado por el blanco.
Ese momento en el que usas todas tus fuerzas,
aprietas el costado,
cruzas las piernas,
abres los dedos de las manos
y los ojos se cierran.
aprietas el costado,
cruzas las piernas,
abres los dedos de las manos
y los ojos se cierran.
Como se cierran las puertas
de hospitales cerrados
de hospitales cerrados
Se sellan
con carteles de prohibido el paso.
con carteles de prohibido el paso.
Se abandonan,
se dejan ocupando espacio.
se dejan ocupando espacio.
Se arruinan, se pierden,
se vuelven inútiles, inservibles.
se vuelven inútiles, inservibles.
Como aquel grito sordo,
el llanto que no escucha,
que no vuelve, que no muerde.
el llanto que no escucha,
que no vuelve, que no muerde.
Se lo ha tragado la pared,
por eso nunca dice adiós.
por eso nunca dice adiós.
No le hace falta,
ya se ha marchado.
ya se ha marchado.
jueves, 28 de enero de 2016
Me salvo yo
¿Alguna vez te has preguntado por qué los koalas duermen más de lo normal?
A mí me gusta pensar que en sus sueños hay un mundo mejor
Como en los nuestros
Pero cuando ese sueño se hace realidad
tan palpable
tan visible
tan demostrable
Cuesta tocarlo
verlo
creerlo
Cuesta pensar que terminará siendo
Cuesta creer que saldrá bien, que no es más que un sueño
Pues tendemos a pensar que las pesadillas tienen más probabilidad
Yo me pregunto por qué
¿Por qué lo malo tiene más probabilidad?
Será por estar rodeados de un mundo lleno de violencia
intolerancia
hambre y desgracia
Entonces por qué
si de verdad hay tanta oscuridad
si de verdad respiramos polución y mediocridad
¿Por qué seguimos respirando calor?
¿Por qué seguimos sintiendo tanto?
¿Por qué seguimos enamorándonos
cada día más de lo que nos pasa
de la vida
del amor?
¿Por qué pensamos entonces que está todo perdido?
Que nada tiene salvación
o que si la tiene no se hallará camino
y será un nudo de desesperación
¿Por qué pensamos que los malos salen ganando?
Que solamente hay culpabilidad o rencor
Que a los viejos les azotan los años
como a los niños esta revolución
Y todos creen que a este mundo se le está ganando
y todos creen que no hay solución
Pero cuando dices que hundes el mundo
Me salvo yo
A mí me gusta pensar que en sus sueños hay un mundo mejor
Como en los nuestros
Pero cuando ese sueño se hace realidad
tan palpable
tan visible
tan demostrable
Cuesta tocarlo
verlo
creerlo
Cuesta pensar que terminará siendo
Cuesta creer que saldrá bien, que no es más que un sueño
Pues tendemos a pensar que las pesadillas tienen más probabilidad
Yo me pregunto por qué
¿Por qué lo malo tiene más probabilidad?
Será por estar rodeados de un mundo lleno de violencia
intolerancia
hambre y desgracia
Entonces por qué
si de verdad hay tanta oscuridad
si de verdad respiramos polución y mediocridad
¿Por qué seguimos respirando calor?
¿Por qué seguimos sintiendo tanto?
¿Por qué seguimos enamorándonos
cada día más de lo que nos pasa
de la vida
del amor?
¿Por qué pensamos entonces que está todo perdido?
Que nada tiene salvación
o que si la tiene no se hallará camino
y será un nudo de desesperación
¿Por qué pensamos que los malos salen ganando?
Que solamente hay culpabilidad o rencor
Que a los viejos les azotan los años
como a los niños esta revolución
Y todos creen que a este mundo se le está ganando
y todos creen que no hay solución
Pero cuando dices que hundes el mundo
Me salvo yo
Nunca cambiaría eso
Nunca puedo dejar de preocuparme
por quien me importa
Quizás no deba
Quizás no debería hacerlo
Pero soy así
Soy así
Si te cuento un secreto
Nunca cambiaría eso
por quien me importa
Quizás no deba
Quizás no debería hacerlo
Pero soy así
Soy así
Si te cuento un secreto
Nunca cambiaría eso
jueves, 14 de enero de 2016
Q-u-é-d-a-t-e
He buscado una poesía en el baúl
para hacerte ver lo bonito de la vida,
o al menos de lo que quiero decirte
Estoy acostumbrada a que te marches,
a ser siempre sitio de paso;
pero déjame decirte que quiero ser tu refugio
Quiero ser aquella a la que abraces por las noches
cuando necesites apretarte a algo
Quiero ser a quien le regales sonrisas por Reyes
y por las fechas importantes
Quiero ser la que te recoge las lágrimas
con las yemas y pinta acuarelas
Quiero ser los ojos que se cruzan
con los tuyos cuando amanece
Quiero ser la que toca la bocina para que salgas de casa,
diciéndote: "ya estoy aquí esperándote"
Quiero ser la boca que te dice hola
y ya nos vemos más tarde
Quiero ser las manos que hacen burla
de las nubes para resguardarte,
para que te rías a carcajadas
hasta en los días en los que solamente
te ocupa la tristeza
Quiero ser la que te quita el frío,
la que te tapa cuando llueve,
y la que te quiere hasta los días
que tú no lo haces
Quiero decirte lo guapa que estás
cuando estás con pijama y sin peinarte
Quiero burlarme de tus guiños,
hacerte cosquillas por los pasillos
Quiero que llores por lo bonito
de la vida conmigo,
por las emociones que te produce
ver tanta maravilla en el mundo
Quiero que camines de la mano,
viajes, leas, descubras cosas nuevas,
y vueles más alto que antes
Quiero que estés orgullosa de la persona que eres,
que alcances tus metas,
y que cada día después del trabajo
tengas mi beso de te admiro y te quiero
Quiero sonreírte hasta que la cara
se me amolde a la felicidad que supone
tenerte al lado
Quiero besarte hasta que necesitemos comer
y ya no haya manera de que podamos despegarnos,
cuando tú me llames casa
y yo te pida un año más,
porque nunca me creería que te quedaras
Quiero que no vuelvas más,
porque eso significaría que te has marchado otra vez.
Quédate y sé mi hogar
Quédate y hagamos felicidad
Quédate y hagamos girar al mundo con toda su intensidad
Quédate de una vez por todas
Quédate
Conmigo
para hacerte ver lo bonito de la vida,
o al menos de lo que quiero decirte
Estoy acostumbrada a que te marches,
a ser siempre sitio de paso;
pero déjame decirte que quiero ser tu refugio
Quiero ser aquella a la que abraces por las noches
cuando necesites apretarte a algo
Quiero ser a quien le regales sonrisas por Reyes
y por las fechas importantes
Quiero ser la que te recoge las lágrimas
con las yemas y pinta acuarelas
Quiero ser los ojos que se cruzan
con los tuyos cuando amanece
Quiero ser la que toca la bocina para que salgas de casa,
diciéndote: "ya estoy aquí esperándote"
Quiero ser la boca que te dice hola
y ya nos vemos más tarde
Quiero ser las manos que hacen burla
de las nubes para resguardarte,
para que te rías a carcajadas
hasta en los días en los que solamente
te ocupa la tristeza
Quiero ser la que te quita el frío,
la que te tapa cuando llueve,
y la que te quiere hasta los días
que tú no lo haces
Quiero decirte lo guapa que estás
cuando estás con pijama y sin peinarte
Quiero burlarme de tus guiños,
hacerte cosquillas por los pasillos
Quiero que llores por lo bonito
de la vida conmigo,
por las emociones que te produce
ver tanta maravilla en el mundo
Quiero que camines de la mano,
viajes, leas, descubras cosas nuevas,
y vueles más alto que antes
Quiero que estés orgullosa de la persona que eres,
que alcances tus metas,
y que cada día después del trabajo
tengas mi beso de te admiro y te quiero
Quiero sonreírte hasta que la cara
se me amolde a la felicidad que supone
tenerte al lado
Quiero besarte hasta que necesitemos comer
y ya no haya manera de que podamos despegarnos,
cuando tú me llames casa
y yo te pida un año más,
porque nunca me creería que te quedaras
Quiero que no vuelvas más,
porque eso significaría que te has marchado otra vez.
Quédate y sé mi hogar
Quédate y hagamos felicidad
Quédate y hagamos girar al mundo con toda su intensidad
Quédate de una vez por todas
Quédate
Conmigo
Pregúntale(s)
Pregúntale a un niño
dónde está el mar.
Te dirá: en el corazón.
dónde está el mar.
Te dirá: en el corazón.
Pregúntale dónde el calor,
dónde el dolor;
en el corazón.
dónde el dolor;
en el corazón.
Pregúntale a los malos
dónde la tempestad,
dónde el color
de lo que ha sido y no fue.
dónde la tempestad,
dónde el color
de lo que ha sido y no fue.
Pregúntales qué ha sido de ti
y de mí después de la oscuridad.
y de mí después de la oscuridad.
Qué ha sido de ellos
emprendiendo la huida
por los surcos y las calles.
emprendiendo la huida
por los surcos y las calles.
Qué ha sido del ancla
tirada al fondo,
a la profundidad del mar.
tirada al fondo,
a la profundidad del mar.
Qué ha sido de esto, del fin.
Pregúntale si sigue ahí,
la luz que siempre pensamos
que desaparecería,
que pretendía hacerlo,
porque se agota,
se le gastan las energías.
la luz que siempre pensamos
que desaparecería,
que pretendía hacerlo,
porque se agota,
se le gastan las energías.
Olvidamos que la energía
ni se crea ni se destruye,
se transforma en la magia,
en los bordes de los fallos
que ahora se hacen correcciones.
ni se crea ni se destruye,
se transforma en la magia,
en los bordes de los fallos
que ahora se hacen correcciones.
Hoy te digo que siempre ha estado ahí.
Tú,que siempre te haces preguntas
y no encuentras respuestas,
o te cambian las dudas.
Tú que buscas la salida
en medio de esta guerra.
y no encuentras respuestas,
o te cambian las dudas.
Tú que buscas la salida
en medio de esta guerra.
Llegará el día.
Llegará el encierro, la calma.
Llegará el encierro, la calma.
Llegarán los besos por las mañanas, el olor a tostadas.
Entonces, la luz atravesará la ventana y dirá:
Siempre estoy,
siempre he estado.
siempre he estado.
Soy como el mar...
en el corazón,
en el corazón.
en el corazón.
Sin ti
Sin ti el océano es un desierto.
Sin ti las olas me piden humo de menos.
Sin ti el caminante se ha parado a observar;
se hace viejo,
ya no quiere andar,
lleva días de retraso.
Sin ti hay un vacío estrecho entre las palmas.
Sin ti el nogal no sabe cantar con el viento;
era su batería,
su molino.
Sin ti las flores no me parecen
ni la mitad de coloridas.
Sin ti el cielo es gris;
llora sobre la arena
Sin ti la arena es mojada,
pegándose a la piel como una sanguijuela.
Sin ti los juguetes están rotos;
los acordes no han parado de sonar
como un hilo musical en repetición.
Sin ti hay un camino de altura
entre mis llantos y las manos
recogiéndome el pelo.
Sin ti la grasa retorna a las esquinas;
una señal de podredumbre y dejadez.
Sin ti no entiendo los silencios
en conversaciones táctiles
cuando el silencio es lo palpable.
Tu ausencia es estruendo en mi voz.
En las llagas que se van deshaciendo,
que abren escamas por dentro,
que se mueven alrededor de mi cuerpo
buscando la sal que el invierno apagó.
Mar adentro se ha hecho el agua dulce;
llevándose la sal por los agrios momentos
para mantener la sed callada de mí.
Siempre te pongo en aprietos
desde que renegué de esto,
desde que me fundí en un segundo abril.
Ya no me quedan más botones de estoy aquí
esperando que el piso sea el correcto.
Que entiendas que esta carta era para ti,
como todo lo que beso,
como todo lo que ha tocado el viento,
como la sal que mezclas con añil
para no mandarme más versos.
Para renegar tú de mí ahora.
Y tu ausencia y tu silencio...
¿Que será de mí sin saber de todo esto?
Sin esos momentos perfectos...
Sin coger tu mano para servirme de ti...
En el calor en medio del hielo.
En el sabor de una calada más de mis músculos;
de mi piel que se muere de celos;
por no saber,por discernir;
por verte de lejos sufrir todavía.
Subiendo escaleras para alejarte de mí.
Corriendo en senderos de piedra.
Apartando la mirada al tormento.
Aquel que piensa fue cierto.
Aquel que piensa fue así.
Y no ha buscado al corazón apoyado en la pared.
Sin ti las olas me piden humo de menos.
Sin ti el caminante se ha parado a observar;
se hace viejo,
ya no quiere andar,
lleva días de retraso.
Sin ti hay un vacío estrecho entre las palmas.
Sin ti el nogal no sabe cantar con el viento;
era su batería,
su molino.
Sin ti las flores no me parecen
ni la mitad de coloridas.
Sin ti el cielo es gris;
llora sobre la arena
Sin ti la arena es mojada,
pegándose a la piel como una sanguijuela.
Sin ti los juguetes están rotos;
los acordes no han parado de sonar
como un hilo musical en repetición.
Sin ti hay un camino de altura
entre mis llantos y las manos
recogiéndome el pelo.
Sin ti la grasa retorna a las esquinas;
una señal de podredumbre y dejadez.
Sin ti no entiendo los silencios
en conversaciones táctiles
cuando el silencio es lo palpable.
Tu ausencia es estruendo en mi voz.
En las llagas que se van deshaciendo,
que abren escamas por dentro,
que se mueven alrededor de mi cuerpo
buscando la sal que el invierno apagó.
Mar adentro se ha hecho el agua dulce;
llevándose la sal por los agrios momentos
para mantener la sed callada de mí.
Siempre te pongo en aprietos
desde que renegué de esto,
desde que me fundí en un segundo abril.
Ya no me quedan más botones de estoy aquí
esperando que el piso sea el correcto.
Que entiendas que esta carta era para ti,
como todo lo que beso,
como todo lo que ha tocado el viento,
como la sal que mezclas con añil
para no mandarme más versos.
Para renegar tú de mí ahora.
Y tu ausencia y tu silencio...
¿Que será de mí sin saber de todo esto?
Sin esos momentos perfectos...
Sin coger tu mano para servirme de ti...
En el calor en medio del hielo.
En el sabor de una calada más de mis músculos;
de mi piel que se muere de celos;
por no saber,por discernir;
por verte de lejos sufrir todavía.
Subiendo escaleras para alejarte de mí.
Corriendo en senderos de piedra.
Apartando la mirada al tormento.
Aquel que piensa fue cierto.
Aquel que piensa fue así.
Y no ha buscado al corazón apoyado en la pared.
domingo, 10 de enero de 2016
Us
Lo nuestro no se olvida.
Ni con distancia de por medio,
ni con dudas, ni maldiciones.
No se olvida.
Aunque haya mil paredes delante.
Yo siempre veo a través de ellas,
como tú.
Tener fe en lo que siente el corazón
es lo que nos une todo el tiempo.
Esa conexión que no sabemos de dónde viene,
pero sí a dónde va.
A un lugar a unirnos siempre,
a notarnos cerca y ver
que hay recuerdos que no podemos dejar ir,
y que nos quedan muchos por construir.
No sé si será a tu lado,
pero yo siento algo.
Algo que me hace temblar,
que no sea capaz de dormir
si no es soñando contigo.
Que me emociona más que el resto
de los bonitos sentimientos que tengo.
Nunca he llorado tanto
por sentir con intensidad
algo que aún no es nada.
Pero el hecho de estar así
se hace algo para mí.
Esa ilusión que nos invade
y que no dejamos que se apague nunca.
El buscarnos tanto se hace nuestro
como los mensajes
que creamos al caminar.
Y yo pienso que estás ahí.
Me pregunto dónde.
Me pregunto qué estarás haciendo,
si piensas en mí como yo en ti.
Me pregunto que harás sin mí,
si necesitas mi aliento tanto
como yo necesito tu sonrisa.
Si te ha pasado lo mismo
y con el mismo sentimiento.
Si los días se hacen eternos
sin entretenimiento.
Porque es todo pensar y trasladarse.
Con las ganas de vernos y dejarnos llevar.
Con los días pasando añorando el regreso.
Y esperando aquel beso
de un reencuentro sin igual.
Ni con distancia de por medio,
ni con dudas, ni maldiciones.
No se olvida.
Aunque haya mil paredes delante.
Yo siempre veo a través de ellas,
como tú.
Tener fe en lo que siente el corazón
es lo que nos une todo el tiempo.
Esa conexión que no sabemos de dónde viene,
pero sí a dónde va.
A un lugar a unirnos siempre,
a notarnos cerca y ver
que hay recuerdos que no podemos dejar ir,
y que nos quedan muchos por construir.
No sé si será a tu lado,
pero yo siento algo.
Algo que me hace temblar,
que no sea capaz de dormir
si no es soñando contigo.
Que me emociona más que el resto
de los bonitos sentimientos que tengo.
Nunca he llorado tanto
por sentir con intensidad
algo que aún no es nada.
Pero el hecho de estar así
se hace algo para mí.
Esa ilusión que nos invade
y que no dejamos que se apague nunca.
El buscarnos tanto se hace nuestro
como los mensajes
que creamos al caminar.
Y yo pienso que estás ahí.
Me pregunto dónde.
Me pregunto qué estarás haciendo,
si piensas en mí como yo en ti.
Me pregunto que harás sin mí,
si necesitas mi aliento tanto
como yo necesito tu sonrisa.
Si te ha pasado lo mismo
y con el mismo sentimiento.
Si los días se hacen eternos
sin entretenimiento.
Porque es todo pensar y trasladarse.
Con las ganas de vernos y dejarnos llevar.
Con los días pasando añorando el regreso.
Y esperando aquel beso
de un reencuentro sin igual.
Color negro
Cuando recorro el asfalto solo me acuerdo
de aquellas noches pernoctando en soledad,
con las estrellas como luces brillando;
luciérnagas quietas dibujando las líneas
de la vida en las palmas de las manos.
El algodón se volvió amargo
como un café dejado a medias
en una despedida que ha sido
pero realmente no fue.
No merece la pena ser mencionada.
Quizás porque los segundos gastados ansiaban ser libres.
Quizás porque lo que sucede una mañana a la siguiente
no se conoce ni su existencia.
Quizás porque la noche muere y el amanecer se alza,
el negro nace, hace y deshace,
dibuja mil formas nuevas sobre las espaldas,
descarga piedras y pone nuevas cargas.
La noche observa como el sol renace a sus pies.
Cómo se pierde el suelo por hacer
temblar al cielo en un estruendo.
En una llegada esperada pero sin reconocer,
en una llamada que nunca se ha hecho,
en huidas en horas puntas sin consuelo,
sin saber,sin parecer.
Cuando ha desaparecido el anhelo
con todo lo demás.
Se ha hecho quieto el grito.
Se ha congelado.
Como los corazones que no vuelven
y se quieren marchar
mucho más lejos de lo esperado,
mucho más cerca de lo deseado
por siempre jamás.
Por ser humano ha intentado
encontrar la esperanza perdida
en el suelo,
en el rincón mas amargo,
en la colilla tirada sobre el terreno,
sobre los bordes de la inutilidad de esto.
Me dan ganas de escapar,
como al ajeno a nadar contracorriente
en una batalla que no va a ganar
pero recurre a la suerte.
Como los ciegos recurren a otras miradas
haciendo testigo su mirar.
Como los niños que juegan solos
hablando en idioma animal.
Me dan ganas de escapar,
pero hay clavos clavados en el cuarzo.
Es posible desgarrar los zapatos
para correr sobre cristales rotos;
para sentir en cada paso
el dolor de lo que no se va a guardar.
Aquello que almacenaba en cajones
con las fotos de la infancia.
Recuerdes tenues y dulces
carentes de importancia,
haciendo vibrar a almas sin gracia
a pieles que sin pena ni gloria se deshacen,
a jóvenes que buscan una llama
donde las cenizas se esconden.
La vida se esfuma
como aquella niebla a mil metros de altura
pegando tiros como en la segunda guerra mundial.
Hay otras batallas que ya están perdidas antes de realizarse.
Antes de que la bandera se alce
y el escudo se haga propio.
Antes de que el puño apuñale al corazón y lo desangre.
Antes que todo eso,en ese momento,
Prefiero esconderme en la cueva de Platón.
Con mi yo ausente,
sin ver la luz del sol.
Sin sentir su estandarte,
se vive mejor,
de aquellas noches pernoctando en soledad,
con las estrellas como luces brillando;
luciérnagas quietas dibujando las líneas
de la vida en las palmas de las manos.
El algodón se volvió amargo
como un café dejado a medias
en una despedida que ha sido
pero realmente no fue.
No merece la pena ser mencionada.
Quizás porque los segundos gastados ansiaban ser libres.
Quizás porque lo que sucede una mañana a la siguiente
no se conoce ni su existencia.
Quizás porque la noche muere y el amanecer se alza,
el negro nace, hace y deshace,
dibuja mil formas nuevas sobre las espaldas,
descarga piedras y pone nuevas cargas.
La noche observa como el sol renace a sus pies.
Cómo se pierde el suelo por hacer
temblar al cielo en un estruendo.
En una llegada esperada pero sin reconocer,
en una llamada que nunca se ha hecho,
en huidas en horas puntas sin consuelo,
sin saber,sin parecer.
Cuando ha desaparecido el anhelo
con todo lo demás.
Se ha hecho quieto el grito.
Se ha congelado.
Como los corazones que no vuelven
y se quieren marchar
mucho más lejos de lo esperado,
mucho más cerca de lo deseado
por siempre jamás.
Por ser humano ha intentado
encontrar la esperanza perdida
en el suelo,
en el rincón mas amargo,
en la colilla tirada sobre el terreno,
sobre los bordes de la inutilidad de esto.
Me dan ganas de escapar,
como al ajeno a nadar contracorriente
en una batalla que no va a ganar
pero recurre a la suerte.
Como los ciegos recurren a otras miradas
haciendo testigo su mirar.
Como los niños que juegan solos
hablando en idioma animal.
Me dan ganas de escapar,
pero hay clavos clavados en el cuarzo.
Es posible desgarrar los zapatos
para correr sobre cristales rotos;
para sentir en cada paso
el dolor de lo que no se va a guardar.
Aquello que almacenaba en cajones
con las fotos de la infancia.
Recuerdes tenues y dulces
carentes de importancia,
haciendo vibrar a almas sin gracia
a pieles que sin pena ni gloria se deshacen,
a jóvenes que buscan una llama
donde las cenizas se esconden.
La vida se esfuma
como aquella niebla a mil metros de altura
pegando tiros como en la segunda guerra mundial.
Hay otras batallas que ya están perdidas antes de realizarse.
Antes de que la bandera se alce
y el escudo se haga propio.
Antes de que el puño apuñale al corazón y lo desangre.
Antes que todo eso,en ese momento,
Prefiero esconderme en la cueva de Platón.
Con mi yo ausente,
sin ver la luz del sol.
Sin sentir su estandarte,
se vive mejor,
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