No puedo dormir.
Otra noche más atrapada entre las sábanas,
con el sonido superfluo del silencio.
Las ojeras ya se hacen su hueco en la piel para no dejarlo;
la luz brilla por su ausencia en un tenue recoveco.
Será que el sueño tiene razones o que éstas son más agudas que el silencio.
Grave es el rimbombante pasar de las horas,con la oscuridad envolviendo mi cuerpo,
o el haz de luz que lo atrapa,y la mirada rehuye,en un tierno amanecer.
Aún así,ni cerrar estos ojos puedo.
Otra noche más,con esa insensibilidad,y una reflexión en este viejo pensamiento:
Qué será,qué será este eterno despertar.
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