Mi corazón está abierto de par en par,y lo has abierto tú.
Con una extraña forma de sonreírme y esa timidez adorable.
Mi cuerpo entero tiembla con una caricia tuya,
y se convierte en un vendaval con un beso.
Si me rozas los labios,el corazón se me inmoviliza,
o se me desboca tanto que se olvida de su montura.
Rózame con tus dedos,sécame las lágrimas o hazme llorar de felicidad otra vez.
Por favor.
Que el resto del mundo no nos importa,
ni el tiempo se para,sólo transcurre veloz y sin pausa.
Me miras,te miro.
Nuestras pupilas se cruzan y no se desprenden de la piel.
Por las noches,sueño con el amanecer,
aquel día que sea una fecha más contigo en el calendario,
y tacharlo diciéndote que sigo aquí.
Me encanta que pase el tiempo y me sienta como esa primera vez,
con ese rubor en las mejillas,cuando me costaba pronunciar palabra alguna para ti.
Y que en tus brazos sólo sea aquella niña inocente que se deja querer,
algo que siempre deseaba que saliera a la luz.
Una faceta que había escondido por miedo,terror,pena,angustia,desidia,decepción.
Un cúmulo de circunstancias que has cambiado del todo.
Como los árboles que florecen después de un duro y largo invierno.
Quiero explorar tus ojos,adivinar tu mirada,perderme en tu sonrisa
y hacerte reír hasta que tu rostro brille más que la luz del sol.
Aférrate a mí,envuélveme en tus brazos,empújame a tu cuerpo,
susúrrame que no es un sueño,pellízcame en el brazo,
toca estos labios que te han besado.
Acuéstate a mi lado, y dibujaré con los dedos corazones sobre el cielo.
Quiéreme,adórame,amáme.
No necesito nada más.
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