domingo, 15 de noviembre de 2015

El mundo sigue girando

Una lágrima derramó. Una lágrima. Una lágrima para darse cuenta de lo importante. Una gota surcando la nariz y boca. Un poquito de agua que nos hace pensar, que aquellas mañanas de abril no eran las mismas que en otros abriles. Una lagrimita salida del corazón, no puedo decir cual, si una mitad o la otra. La mitad derecha está perdida, la mitad izquierda es la que se queda. La mitad derecha que controla mi pie izquierdo. Qué alegoría tan fina. Aún no he encontrado expresión correcta a esa sensación de vacío, ansiedad, punzada en el pecho. A ese bucle continuo y sin fin de pensamientos que nos remueven la existencia, los días, las noches, que sacuden la almohada de golpes y de garrotazos. Aún no he buscado bien el significado a muchas palabras, y a muchos cabezazos sin culpa contra el muro de las verdades, y con culpa contra el de las razones. Copa en mano y todo arreglado. Que cada trago de alcohol me lleve en un remolino de sensaciones, recuerdos buenos y malos, y después ya me vas contando. La vida funciona así, te golpea de frente, te golpea el costado. Te hiere de mil formas diferentes, y cuando aprendes a esquivar una, recibes otro disparo. La vida ya se ha movido a mil revoluciones cuando tú empiezas girando. Somos aquel ratón que no debe pararse, que corre mientras la rueda sigue avanzando, siempre con miedo a caerse. No nos caigamos, no tentemos a la suerte, quién sabe si podremos levantarnos. La única certeza que tengo es que aunque todo se derrumbe, yo sigo aquí despierta y respirando. Aunque el día se caiga, con sus amaneceres rotos, el mundo sigue girando. Siempre girando.

El tiempo nos ha llamado.

De pequeños, revolvíamos los juguetes, de mayores revolvemos los sentimientos. Huracanamos los amaneceres quietos. Nos escondemos ante sombras que aparecen. Sentimos presencias y nos encendemos, como auroras boreales, buscando su casa de acogida, su sitio para quedarse. Entre robles, entre caminos que no tienen salida, entre muros inquebrantables. Entre ramas rotas por animales, que han aullado tres veces por semana. Entre piedras que cantan rozando la arena, a disposición de llantos en noches nubladas. Nos encendemos como estrellas encogidas, nos encendemos sin voluntad, sin mecha, sin aceite para lámparas viejas. Entre pájaros que no cambian su dirección, barcos que rompen el mar, canciones en aquel bar de cada domingo. Entre el tú y el yo,entre ellos, entre los mejores y peores días del calendario. Nos acostamos desvaneciéndonos en playas desiertas, nos mojamos del agua salada que nos seca los labios, nos miramos sin decirnos el por qué o el cómo, el qué o el cuando. Entre la brisa rozando la piel, las manos rindiéndose al calor,el temblar de párpados que calman el cantar de grillos desbocados. Desaparecemos en silencio y aparecemos, parpadeamos como nubes en el alba, que se esfuman volando,que son nómadas del desierto, pero parecen ermitaños. Que corren apuestas por si hay suerte,cuando el juego está ganado. Que no saben si buscarse cuando se han encontrado,han huido,han avisado, o han llamado al vecino del cuarto. Entre predicciones de futuro, recuerdos del pasado, respiros del presente,me ahogo un tanto y un cuanto, con puñados de cigarrillos partidos en la mano,y la mirada hacia abajo. Y que ellos cabizbajos nos digan lo que hemos errado,que el agua nos ha puesto en el sitio, y que el tiempo nos ha llamado, pero a cobro revertido.

sábado, 14 de noviembre de 2015

Solo pienso en ti...

Solo pienso en ti de una forma,y es amando tu vida.
Queriendo lo que haces, sonriendo más que nadie y a todos.
Viviendo sin medida y sin esfuerzo.
Levantándote con el amor en los hombros, los ojos iluminados y el pelo enmarañado.

Solo pienso en ti de una forma,
y es al sentir que te enamoras de las pequeñas cosas,
del viento que surca tu costa, y va a visitarte cada noche a tu ventana.

Solo pienso en ti de una forma,
y es siendo feliz, siendo la persona que tú quieres,
rodeada de quien quieres y teniendo la vida que siempre has soñado.

Solo pienso en ti de una forma y es sonriéndome así,
como solo tú sabes hacerlo, para dejarme sin aliento y llenarme de oxígeno.

Darme esa felicidad que necesito, esa paz y ese cariño que con una mirada me das.
Esa pureza y buenos deseos,ese calor que me llega con el roce de tus manos.

Ese olor de tu presencia que me hace sentir como en casa,
como si oliera a nuevo cada vez.

Esa canción que suena en mi cabeza, describiendo a cámara lenta,
aquello que no puedo ver si te veo a ti.

El mundo se congela cuando siento tus ojos sobre los míos,
tus labios pronunciando mi nombre,o abriéndose para sonreír.

Soy feliz, no te lo digo, pero creo que me ves enfrente,
y observas como me estremezco al oírte reír.

El sonido de tu risa es un botón automático en mi corazón.

Pero siempre tengo que mirar cómo te marchas,
guardando ese momento feliz para mí.
Como si fuera un capítulo más que se acaba para dar paso a otros.

Y yo cada vez que veo tus pies dándome la espalda,
solo pienso en hacer mi llamada,
en pronunciar tu nombre,parar en seco tu huida,
y decirte que algún día conseguiré que te quedes.


sábado, 7 de noviembre de 2015

¿Qué es poesía?

¿Qué es poesía? 
Poesía eres tú. 
Es tu miedo después de una noche de tormenta. 
Son miradas sobrepasando límites de tiempo y espacio.

 Eres tú,desnuda entre sábanas,cantando sobre cristales rotos.
 Eres tú apoyada entre riscos,buscando con las manos nuestro error. 

Poesía eres tú, despierta o dormida;
eres tú, perdida o encontrada,querida o deseada. 

Poesía es un respiro profundo, palpable y sonoro. 
Poesía eres tú, ante un espejo,llevándote mis lágrimas contigo,
arrancando de mí letras desordenadas,ruidos sin sentido.

 Poesía son tus ojos, dos abismos iguales y profundos, sinceros y tiernos.

 Eres tú frunciendo el ceño.
 Eres tú buscando entre las páginas la razón por la que has vuelto. 

Eres tú, tu sonrisa infinita. 
Tú, tu pelo al viento. 
Tú y tus suspiros al aire, a la vida, a tus besos. 

Poesía es tu belleza amanecida.

 Tú eres poesía.