miércoles, 21 de mayo de 2014

Marioneta

Me quemo.
Las golondrinas me rodean observando el espectáculo.
El viento sopla,aviva el fuego.
Y yo, me quemo,pero por dentro.
Por fuera soy un muñeco,una estatua del parque,
la que pide dinero pero no conoce ni su nombre.
¿Quién ha dicho nombre?
La que no tiene alma,pero ¿qué es el alma?,¿quién dijo alma?
La que se esconde de noche,aunque de día también tenga vergüenza.

La que escribe e intenta,la que rima,la que aprieta. 
¿Quién dijo? ¿Poesía?
¿Quién ha dicho algo?

No recuerdo mi nombre,no recuerdo el vacío.
Solo observo las plumas de las aves,como regalos caídos del cielo,
y se me posan en las manos.
Es el único color que puedo despreciar ante mis ojos,
regalándome parte de su cuerpo.
Noto más su cuerpo que el mío,pues soy el muñeco que adorna el parque.
Al que no dan dinero,quien no conoce su nombre.
El que no tiene alma,que se quema por dentro y no explota como los fuegos artificiales.


No hay nada que matar,si hubiese vida,habría algo por lo que morir,
o por lo que enterrarse,incinerarse,resistir. 
Aunque me queme por dentro, 
por fuera sigo siendo este muñeco servil,
al que todo el mundo...
El que hace lo que quiere,o lo que quieren.

Y no hay ni una extraña sensación,ni un nítido fulgor por las mañanas que me haga abrir los ojos,
para entender qué es poesía,qué es el querer,o quién ha dicho alma por primera vez;
de dónde vengo,para mirar a la luna susurrando mi nombre,pues lo quiero saber.
Aquello que es mi verdadera esencia,para qué he venido,para qué existo,cuál es mi cometido.

Se me pasan las horas en este parque,las luces me llevan,
mis ojos se ciegan.
El norte ya no es norte,
no existen ya cuatro puntos cardinales.

El mundo entero se revoluciona.

El que siembra vientos ya no recoge tempestades,
hay brisas por las mañanas,las muertos se desentierran,
y aunque el mundo cambie tanto,
yo sigo siendo aquel muñeco del parque.

¿Quién dijo qué?

A veces escucho,intento entender lo que dicen,lo que piensan y lo que sienten.
En ocasiones les entiendo, en otras ni quiero entenderlo.
En cambio,algunas veces me gusta escucharles.

Me aviva la hoguera,esa brisa de cada amanecer.
Aviva esta hoguera incontrolable.
Yo no tengo corazón,tengo coraza,y mi coraza es de madera,
pero quemada no carcomida,
hecha más que cenizas.
Estando a 150 grados,mis ojos palpitan ya que la coraza no puede hacerlo.
Las cenizas no laten,no sienten,no piensan.

Soy aquel muñeco quemado por si me recuerdas.

Soy marioneta.



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