Te doy media vida para que me convenzas
De que el error ha sido nuestro
Que el destino revela las cartas
Y nos ha tocado el as de bastos
Como los días sin vernos
Sin aguantarnos las miradas con el paso
Con el rubor en las mejillas
Con el sonido de pisadas
Acompañando los cuartos del reloj del pasillo
Y un montón de hierba tirada en suelo
Que el polvo cambió solo de sitio
Se lo llevó el viento.
Como se ha llevado
Las tristezas y alegrías
Las lágrimas del día después
La oscuridad que te invadía hace ya un rato
Tus ojos tristes e ingrávidos
La mirada perdida
La nariz seca después de tanto llanto
El ocaso
El color gris de tu cama recién hecha
Tu pena,tu añoro
Pero el sentir se lo ha guardado
Como un regalo que entregas debajo de la mesa
Para que el otro lo coja con las manos
Y pueda sentir la emoción de un ciego ilusionado
Que no puede ver pero siente el doble
Al recuperar su mirada por un momento entre tanto frío
Entre tanta desesperación y dolor
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