Me han impresionado tus ojos al verme,al mirarme con esa
sensación,
y muerdes los labios con esa expresión que me mata.
Si piensas llevarme a la cama esta es tu ocasión,pues no
tendrás otra mañana.
El amanecer llega pronto por si no lo sabes;dos desconocidos saben mejor por
las noches.
Tú dirás,yo te digo que sí,aunque no lo pronuncie,ni creo
que tú tampoco.
Pero sólo hace falta dos miradas de complicidad,y que tú te
dirijas a un lugar,
yo te persiga y ya sabes la continuación.
Suena a tópico,suena a una gran historia,pero no lo es;
todas las historias tienen final o valen la pena ser
recordadas.
Esto es un momento fugaz sin consecuencias y es lo que debe
ser.
No importa mucho lo que signifique o a qué desemboque,
ni que
la pasión se la lleva el viento,que no el amor por supuesto.
No preguntes qué pasa mañana,se sabe perfectamente,aprovecha
el momento.
Aprovecha el momento,sea lo que sea esto.
No se trata de
pensar,no se trata de sentirse a la deriva,perdido sin ninguna ocasión.
No
necesitas conocerme, te basta con tenerme una noche,
o un cuarto de noche: Al menos hasta el amanecer me tendrás.
Si no te basta aquí estoy para que te despidas,
sin
pronunciarlo,o te vayas sin yo saberlo,
Entonces no me acordaré ni siquiera de haberte visto,o
haberte conocido.
Puede que esa sea la mejor idea,y que cuando el destino nos
ponga frente a frente nos veamos como dos transeúntes que no se conocen,donde no
compartamos ni miradas ni complicidad.
Simplemente pasemos uno frente al
otro,pensando nuestras cosas,y tropecemos como extraños,sin darnos
importancia;como una situación inoportuna,como un signo de torpeza por un
despiste,y no una simple señal del destino.